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Poemas y poesías

Poema a Alcoba 

ALCOBA 
Balcón de mi querida Ribera, 
atardecer rojo entre los árboles, 
entre campos de lúpulo, 
habas, trigo y remolacha. 
Murmullo de las viejas 
que cosen a las puertas de sus casas. 
Cantos de dulces pájaros 
que te despiertas con sus trinos. 
Maravilloso Órbigo 
que corre veloz 
entre un bosque encantado, 
por los pájaros y flores.
Corretear de los niños,
que pícaros y traviesos
intentan pasar una tarde más.
Risas de muchachas
que en una esquina
cuentan sus aventuras a escondidas. 


ALCOBA 
Que por lejos que esté de ti 
yo nunca podré olvidarte. 
Por tu olor a rocío y tierra seca, 
porque aquí nací y aquí estaré hasta que me muera. 
La gente, la juventud, 
los niños que alegres juegan. 
Tus aguas tibias, 
tan claras y tan serenas 
que corren por los canales, 
por los ríos y las acequias. 


¡AY ALCOBA! 
Que tu gente es la mejor, 
lo mejor los labradores 
porque al campo dan color; 
y los tractores, 
y herramientas, 
carros llenos de trébol, 
remolques con sus cosechas 
que alegran al labrador; 
y caballos, 
también vacas 
que en las praderas se ven 
que allí las llevan sus amos 
para que puedan pacer; 
y la Iglesia, y tus fuentes, 
ese caño y la central, 
y ese grande hermoso río 
donde se van a bañar. 
Donde llegando el verano 
la gente va a merendar 
y se pasa allí las tardes 
para poder disfrutar; 
y tu jardín tan florido, 
árboles y palmeras; 
que las señoras del pueblo 
arreglan en Primavera; 
y esos bancos en las calles, 
llenos de niños y ancianos, 
de señoras ya mayores 
que se sientan en Verano. 


ALCOBA 
Que por tu vista y tus campos 
tú eres la mejor de todas. 
Por tus fiestas tan sonadas, 
para mí son las mejores, 
una es el día de San Pedro 
y otra es de los labradores; 
y esos niños, que corretean por las calles 
y esos otros, no tan chicos 
que más bien ya son chavales 
que se guardan a escondidas 
para que no les vea nadie, 
y cuentan las aventuras 
y hablan de sus amores 
esos amores primeros, 
sin duda son los mejores; 
y esos chicos ya mayores, 
y esos mozos casaderos, 
que cortejan a las mozas 
para casarse en el pueblo. 


¡AY ALCOBA! 
Quien te puede a ti olvidar 
si la gente que te quiere 
aunque marche volverá. 
Porque aquí está su familia 
y aquí estará su hogar 
y aquí estará su infancia 
y sus amigos de verdad. 
¡Ay mi querida Ribera! 
que te llaman el Balcón 
porque tienes unas vistas 
de la cual a la mejor. 
Para un lado Sardonedo, 
Armellada y La Milla, 
y para otro Carrizo, 
Villanueva y Velilla. 
También está cerca Huerga, 
Quiñones y San Martín, 
y cómo no, Celadilla 
y alguno más por ahí. 


¡AY ALCOBA! 
Cuántos te echarán de menos 
cuántos quisieran volver 
cuántos en tu tierra 
quisieran nacer. 
Que buena gente has criado 
porque tú eres la mejor 
y mala suerte tuvo 
el que en ALCOBA no nació.
Cuantos desearan volver
cuantos llorarán tu tierra,
porque tu fuiste y eres
lo mejor de LA RIBERA.

Poema realizado por Lourdes Lastra 

Poema al caño 

Tenemos un hermoso caño 
es una preciosidad, 
tiene un agua muy caliente 
en ella te puedes bañar. 


Tiene tres hermosos chorros 
un agua fenomenal, 
por eso miren como brillan 
los de la tercera edad. 


Gracias te damos Dios mío 
por este grande reguero, 
miren que bonito está 
aquí en el centro del pueblo. 


Ya no bajamos la cuesta 
con aquella grande barrila 
ahora podemos venir 
igual de noche que de día. 


Gracias te damos Dios mío 
por esta gran sencillez, 
mira, no te seques nunca 
para colmar nuestra sed. 


Venid jóvenes, venid 
a beber agua a este caño, 
con esta agua y poco alcohol 
llegareis a jubilados. 


A todos pueblos vecinos 
invitamos a beber, 
porque esta agua tan caliente 
verán cómo quita la sed. 

Elegía a Alcoba

¡Oh! ALCOBA, que eres mirador de la ribera. 
¡Oh! ALCOBA que desde las ventanas 
se divisan los campos de esa 
ribera seccionada por el Órbigo; 
que amamantas lúpulos, remolachas 
y demás frutos abrigas. 
A ti, ALCOBA que hoy te dedico esta elegía. 
Pueblo que de tus gentes nacen 
esos mozos robustos, 
que de tus fincas esas alubias 
de caldo marrón que a 
grandes y chicos 
hacen reventar el pantalón. 

Recuerdos de mi infancia (Lourdes Lastra) 

¡Ay! mi querido balcón 
de mi querida ribera, 
de mi pueblo que es Alcoba, 
"Alcoba de la Ribera". 
Han pasado tantos años, 
25 años ya, 
que tenemos en Alcoba 
nuestro "Centro Cultural". 
Y quitándome esos años 
hoy he vuelto a mi "niñez" 
a recordar a mis amigos, 
con los que tanto jugué. 
A esos que eran más pequeños, 
a los mayores que yo, 
a los que pasaban aquí el verano, 
a mis Kintos del ´72. 
Lo recuerdo y me emociono 
cuando me pongo a pensar, 
aquellos años pasados 
y que nunca volverán. 
Recuerdo nuestro colegio, 
la maestra D.ª Esther, 
a todos mis compañeros, 
con los que estudié. 
A veces nos castigaba 
por no saber la lección, 
y sin recreo nos dejaba 
estudiando en un rincón. 
Recuerdo a D. Teodoro, 
que nos dio la comunión, 
y a todos aquellos niños, 
que la hicieron cuando yo. 
Recuerdo la plaza del pueblo, 
la panera y el salón, 
porque eran nuestros sitios 
de juegos y de reunión. 
De jugar al chorro-morro, 
al manro y los campos medios, 
tres marinas a la mar, 
la comba, la goma y el pañuelo. 
A los trucles, al veo veo, 
a sangre y a pica pica, 
y de ir al campo de fútbol a jugar, 
los chicos contra las chicas. 
De jugar al escondite 
guardarnos en los centenos, 
en los trigos, las maíces, 
que nadie pudiera vernos. 
A la madre, a la peonza y las canicas, 
al esconderite inglés, 
y algún juego que aún me queda, 
que hoy no recordaré. 
De ir a jugar a la cuesta, 
hacer de padres y madres, 
haciendo casas con piedras, 
y pasar allí la tarde. 
Y otros juegos que también, 
eran más bien travesuras, 
como ir de noche a manzanas, 
o a las viñas a por uvas. 
En cada huerta que entrábamos 
ya se podían preparar, 
pobres de aquellos manzanos, 
de las fresas o el peral. 
Al día siguiente en el pueblo, 
no había otra cosa que hablar, 
del daño que habíamos hecho 
que éramos todos igual. 
Recuerdo una vez que entramos 
en la huerta de un señor, 
que por desgracia no está, 
hace unos años que se murió. 
Cómo corría aquel hombre, 
recuerdo que me pilló, 
junto con otros que estaban 
la bronca que nos echó. 
Al día siguiente mi madre, 
que él mismo se lo contó, 
unas cuantas bofetadas 
y un castigo me cayó. 
Quién no recuerda aquel tiempo 
el de picar por las casas, 
y cuando los picaportes 
los atábamos con tanza. 
Picábamos y corríamos 
cual más pudiera correr, 
si alguno quedaba atrás 
nadie esperaba por él. 
Recuerdo de ir a bañarnos, 
al río o al gavión, 
y a una charca que había 
en el medio del rincón. 
De bañarnos con la braga, 
por no llevar bañador, 
salir corriendo del agua, 
si había un ruido o un señor. 
Me acuerdo de la barraca 
que tenía Santiaguín, 
que la abría en verano 
y todos íbamos a comprar allí. 
La tenía junto al río, 
era todo de madera, 
daba cenas, bocadillos 
y siempre estaba llena. 
Recuerdo de ir con las vacas 
a las yuncares, 
con mi tía Marisol, 
y unos cuantos chavales. 
Todos llevaban sus vacas, 
y las tenían que cuidar, 
y a veces se escapaban 
por ponernos a jugar. 
Comíamos la merienda 
a la sombra de un zarzal, 
que bueno aquel bocadillo 
aquel chorizo con pan. 
Al oscurecer la tarde 
cada uno con sus vacas, 
siempre nos faltaba alguna 
de regreso a nuestras casas. 
Recuerdo de ir a trillar, 
en un trillo de madera, 
nos llevaban mis abuelos, 
a trillar allí en las eras. 
Nos sentaban en el trillo, 
a mi hermana Cris y a mí, 
dando vueltas toda la tarde 
y ninguna quería bajar de allí. 
De ir a pelar el lúpulo 
el mes de agosto y septiembre, 
y ayudar a arrancar las habas, 
que tenía mi tío Vicente. 
Ahora ya ni quedan vacas, 
ya no se va a trillar, 
apenas se pela el lúpulo 
y pocas habas se arrancan ya. 
Recuerdo de ir al molino "Chantre", 
a por agua para beber, 
o a la fuente "La Cagalla" 
antes de oscurecer. 
Porque antes no había luces, 
ni nada que lo alumbrara, 
y si íbamos de noche, 
apenas veíamos nada. 
Recuerdo de ir a la presa, 
con mi madre a lavar la ropa, 
y yo que era pequeña 
quería lavar una poca. 
Me hizo mi padre una tabla, 
una tabla de madera, 
para que pudiera lavar 
cuando con mi madre fuera. 
Cuánto han cambiado los años 
yo creo que para peor, 
pues ahora hay mucha tele, 
y mucho ordenador. 
Cuántos recuerdos me quedan 
de aquella niña que fui, 
y me daba pena al pensar 
que ahora no juegan así. 
Pues los niños no recuerdan 
aquellos juegos de antes, 
no salen tanto de casa, 
cuando no entrábamos antes. 
No saben jugar ahora, 
que pena y desilusión, 
solo andan en bicicleta, 
solo juegan al balón. 
Móviles, vídeo-consolas, 
la tele, el ordenador, 
tienen todo lo que quieren 
pero les falta ilusión. 
Pasan mucho tiempo solos, 
apenas los escuchamos, 
ellos viven en su mundo, 
y nosotros trabajamos. 
Son tantas cosas que hoy, 
me vienen a la memoria, 
que es imposible contarlas, 
nunca acabaría esta historia. 
Pero saludo a esa gente, 
que lea mi poesía, 
y recuerde como yo, 
esos años de alegría. 
Que por un momento hoy 
volvió a ser un niño otra vez, 
al recordar aquellos años, 
años de nuestra "NIÑEZ" 
Gracias doy a la Revista 
y al Centro Cultural, 
que me ha pedido que colaborara 
y me ha querido invitar. 
A que en estos 25 años, 
que llevamos de revista, 
contara mis experiencias 
desde mi punto de vista. 
Que hablara de aquellos tiempos, 
comparados con los de ahora, 
aquellos años vividos 
de mi niñez en Alcoba. 
Son tantas y tantas cosas, 
que os quisiera contar, 
que he escogido solo algunas 
pero me quedan muchas más. 
Con cariño a mi pueblo, 
y al Centro Cultural, 
a la juventud de ahora, 
la que hubo y vendrá. 

Poesía realizada por Lourdes Lastra 

Confinamiento en Alcoba

Volveremos a pasear tus caminos,
a beber agua de la fuente
allí detrás del molino.
Volveremos a tu  playa fluvial
disfrutaremos del órbigo sin más.
Volveremos a ver,
tus maravillosos paisajes,
volveremos a tus calles,
no hay mejor viaje.
Volveremos a ese balcón,
que contempla toda la ribera,
perdonaremos al destino,
que nos dejó sin primavera.
Volveremos a saludar a tus gentes,
a recorrer senderos,
a cruzar puentes.
Volveremos Alcoba
mientras tanto tu cuida
de la ribera toda

Poesía realizada por Luz Rodríguez

Tranquilidad en Alcoba

Se desconecta la mente
se relaja el cuerpo
paseos y terrazas.
Contacto con la gente
rodeada de naturaleza
tranquilidad y paz
es lo que Alcoba me da.
Compartiendo días
con amigos,
compartiendo risas
y vivencias,
frente a una copa de vino.
Una puerta siempre abierta
en mi casa encontrarás
siempre que vengas.
Alcoba invita a la calma
si lo que buscas 
es desconectar el alma.
Te ofrecemos senderos
praderas y choperas.
Caminar a la orilla del río
las horas vuelan.
Saludar a sus gentes,
los de siempre
buenos vecinos
encantado quedará
aquel que vino.
¿A qué esperas?
Ven a conocer
ALCOBA DE LA RIBERA

Poesía realiza por Luz Rodríguez

Primavera en Alcoba

Precioso día hoy
adelanto de primavera
obligado un paseo
por la ribera.
A la vera del canal
dulce melodía
el agua al pasar.
Nico recorre caminos
disfruta como nadie
mi pequeño canino
no hay quien le ladre.
Sin ataduras ni correas,
sin alejarse demasiado
paciente y obediente.
mi pequeño me espera.
Disfrutemos del sol,
del olor a pueblo y a pradera
caminando bajo chopos
preciosa la chopera.
Relajada bajo la presa
te acompaña en el camino,
te marca el recorrido,
si la miras te embelesa.
Al otro lado el órbigo
caudaloso e imponente,
con su música celestial
relaja la mente.
Bonito día éste de primavera,
un placer disfrutarlo
en Alcoba de la Ribera.

Poesía realizada por Luz Rodríguez

Vigilante la torre

La torre vigila
cuidando su alcoba,
mimando sus campos
de la ribera toda.
Paisaje increíble,
un placer para los sentidos.
Obligado un paseo
si nunca has venido.
Desde el mirador,
la torre imponente y majestuosa
desde cualquier ladera.
Pareciese que posa
a su lado el campo santo.
Respira tranquilidad
de aquellos que se fueron
y descansan en paz.
Presumo del pueblo
que me conquistó sin más.
Sus vecinos y sus gentes,
sus calles y su canal.
Por la ribera del Órbigo
el balcón se asoma,
la torre vigila, la ribera toda.

Poesía realizada por Luz Rodríguez

Luna de Alcoba

Llega la noche,
aparece la luna.
Alumbrando Alcoba,
¡más bonita que ninguna!
Chimenea humeando,
olor a leña.
Por la calle paseando,
la luna se ve pequeña.
Ansiada tranquilidad
que ahuyenta los problemas.
Te invito a que vengas.
Alcoba tiene paz,
a la luz de las farolas,
luces encendidas.
Sus calles solas,
desiertas y divinas
vigila la luna.
Mientras la noche envuelve
las estrellas se suman,
hasta que el día vuelve.
Amanecerá Alcoba,
la más bonita y esplendorosa
de la ribera toda.

Poesía realizada por Luz Rodríguez

Helada sobre Alcoba

Un manto blanco
cubría Alcoba.
Las calles sombrías
donde el sol no llegaba.
Seguían tan blancas
como si nevara.
Árboles y ramas
cubiertos de cencellada.
Ayer con niebla,
hoy Alcoba soleada.
Y me abro camino
por praderas y tierras.
Bonito el paisaje
que recorre la Presa Cerrajera.
Escucho los pájaros,
hasta el canto del grajo.
Éste que anuncia
que hace un frío del carajo.
Y saco fotos
paseando entre bodegas.
¡Qué bonita Alcoba
con su chopera! 
En lo alto la torre
siempre presente.
Desde cualquier punto,
nunca ausente.
¡Ay Alcoba!
¡Qué bonita te ves
con esta helada heladora!

Poesía realizada por Luz Rodríguez

Navidad en Alcoba

Alcoba se viste de navidad,
la gente adorna sus casas.
¡Todas quieren ganar!
Se engalanan puertas,
ventanas y fachadas.
La casa más bonita
será la premiada.
Y se montan árboles,
belenes, renos y papá noeles.
Y se enciende el alumbrado,
¡Qué bonito el pueblo ha quedado!
Triunfará el mejor árbol
y el mejor Portal de Belén.
Si quieres disfrutarlo
por Alcoba ven.
Disfruta la Navidad.
Despide este año oscuro,
y que el 2021
no sea tan duro.
¡FELIZ AÑO ALCOBA!

Poesía realizada por Luz Rodríguez

Atardecer de fuego

Hoy el atardecer
tiñe el cielo de Alcoba.
Hoy la mirada se posa
en ese cielo,
que deja la torre sola.
Hoy Alcoba 
vestía de gala.
El colorido del cielo
miraba encantada.
Hoy el día daba paso
al atardecer...
Ese cielo de fuego
que parece
que va a arder.
Alcoba deslumbra
a la luz del sol,
o al anochecer en penumbra.
Hoy Alcoba atardecía imponente.
El cielo creó
ese mágico ambiente.
Y desde esa torre
reina siempre Alcoba.
En su reinado su gente,
que la quiere 
y no la deja sola.

Poesía realizada por Luz Rodríguez

El Órbigo

El Órbigo cruza la ribera.
Imponente y caudaloso
le mira la ladera.
El Órbigo contempla
Alcoba y la alameda.
Surca los campos,
matorrales y tierras.
El Órbigo no se detiene,
quiere que lo veas.
Su cauce corriente
navega sin prisa.
Párate y observa
¡Qué placer para la vista!
El Órbigo cruza la ribera
que no está sola.
Baña los pueblos 
como mi Alcoba.
Siéntate en cualquier pradera.
Disfruta del Órbigo
a su paso de la ribera.

Poesía realizada por Luz Rodríguez

Senderos de Alcoba

En lo alto la torre
vigila los campos.
Benditos caminos
por los que yo ando.
A mi paso flores,
el río y chopos.
Canales y presas
bajan caudalosos.
El espigón tiene compañía.
Chicos y chicas,
en bicicleta vienen a pasar el día.
Caminos y senderos
a la sombra de la chopera.
Bonito el paisaje,
de árboles y praderas.
Desde cualquier punto
la torre te mira.
Detenida en el tiempo
su pueblo vigila.

Poesía realizada por Luz Rodríguez

Otoñeando por Alcoba

El otoño viste Alcoba.
Amarillos los campos
de la ribera toda.
Los árboles desnudos
tiran sus hojas.
Sus calles desiertas
el agua moja.
Chimeneas humeantes
de leña y carbón.
Nada como lo de antes,
me encanta este olor.
El puchero calienta
al calor de la lumbre.
Mantengamos las viejas costumbres.
Disfrutando del pueblo
me siento encantada,
desconcectando la mente
en esta España vaciada.
Saludando a los vecinos,
los pocos que quedan,
pero siempre vendré,
Alcoba de la Ribera.
Disfrutaré tus veranos
y también os inviernos.
Disfrutaré de tus campos,
¡qué placer verlos!
En compañía o sola,
siempre disfrutaré de mi pueblo,
"Alcoba".

Poesía realizada por Luz Rodríguez


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